Nuevos formatos pedagógicos para una escuela sin grados.

Buena parte de los intentos de cambio fracasan porque no modifican los elementos básicos del formato escolar, que nos resultan obvios y naturales. Necesitamos poner en cuestión el supuesto clave del modelo educativo de la sociedad industrial: que todos los escolares pueden y deben aprender las mismas cosas en los mismos tiempos y a través de las mismas actividades. Para construir una propuesta educativa relevante es indispensable superar la organización por grados, flexibilizar las maneras de agrupar a las alumnas y alumnos, pensar en alternativas a los sistemas de calificaciones y propiciar la capacidad de los estudiantes para concebir y llevar adelante sus propios proyectos.